¡Feliz Día del Ingeniero Agrónomo!
Hoy celebramos con orgullo y admiración el Día del Ingeniero Agrónomo, una fecha que nos invita a reflexionar sobre el inmenso valor de quienes dedican su vida a entender, cuidar y transformar la tierra para alimentar a la humanidad. En tiempos de retos profundos para el país, la labor del ingeniero agrónomo cobra un protagonismo incuestionable, especialmente en Venezuela, donde la recuperación del sector agrícola es clave para la soberanía alimentaria, la innovación rural y el desarrollo sostenible.
La ingeniería agronómica es mucho más que sembrar y cosechar. Es una ciencia multidisciplinaria que combina conocimientos de biología, química, física, economía, tecnología y gestión empresarial para optimizar la producción agropecuaria. Un ingeniero agrónomo analiza suelos, mejora cultivos, combate plagas de forma responsable, desarrolla sistemas de riego eficientes, propone soluciones frente al cambio climático y busca siempre un equilibrio entre productividad y sostenibilidad.
En Venezuela, los ingenieros agrónomos están llamados a liderar la transformación del campo. Son ellos quienes, a pesar de las adversidades, están impulsando nuevas prácticas agrícolas, rescatando cultivos olvidados, introduciendo tecnologías como los bioestimulantes, la agricultura de precisión y la genética mejorada. Son aliados estratégicos para el agricultor tradicional, pero también para los nuevos emprendedores agropecuarios que sueñan con un país que produzca lo que consume y exporte lo mejor de su tierra.
Además, la agrotecnología en Venezuela hoy representa una esperanza: la posibilidad real de reconstruir el agro desde la innovación, la ciencia y el compromiso con las comunidades rurales. Cada joven que decide estudiar esta carrera está apostando por el futuro del país, por su autosuficiencia alimentaria y por el respeto a nuestros recursos naturales.
A todos los ingenieros agrónomos venezolanos, nuestro reconocimiento. Su trabajo no solo es esencial, es admirable. Son sembradores de futuro, guardianes del campo, y constructores silenciosos de una Venezuela que quiere volver a florecer.
Queda mucho por hacer y por descubrir. Si la agricultura de precisión se desarrolla como muchos esperan, una nueva revolución agrícola está a la vista. Por lo tanto, la agrotecnología parece ser la mejor opción de inversión para el futuro de Venezuela.
Luis Miguel Mulet Molina - Director Ejecutivo AVAT